Para nadie es un secreto que nuestras cocinas se ven sometida a innumerables daños por el uso constante y nos vemos en la necesidad de aprender a cambiar su grifo, pero teniendo siempre en cuenta el máximo ahorro posible sin afectar el diseño del espacio.
Con esta guía práctica podrás realizar el cambio sin contratiempos, conocerás la importancia de elegir el mejor modelo y además aprenderás a extender la vida útil del grifo.
Tipos de grifos de cocina
Son muchos los tipos de grifo para la cocina: existen los de pared, los extraíbles, los abatibles, los monomando y los bimando de muchas marcas bastante recomendables por su calidad.
Por otro lado, también existe una serie de condicionantes que pueden hacer que ahorres agua con el nuevo grifo, como contar con un aireador en la boca del mismo, con doble posición y un límite de apertura para reducir el caudal, o con monomando de apertura central fría.
Con este tipo de medidas para grifos de cocina reducirás sustancialmente el consumo de agua hasta en un 50 por ciento, pero, también el de energía.
Cómo cambiar un grifo de cocina en poco tiempo
Cambiar un grifo de cocina no suele revestir grandes inconvenientes, por el contrario, es un procedimiento bastante sencillo.
De hecho, es posible hacer dicha tarea en 5 o 6 pasos, si se sigue el orden correcto. Eso sí, debes tener preparado algunos trapos secos y un cubo por si acaso, pero, no debería salir agua más allá de la que pueda quedar en los latiguillos.
Lo primero es hacer un recuento de las herramientas y tenerlas todas a mano, de esta manera ahorrarás tiempo y el trabajo quedará mucho mejor.
Una vez que tengas todo listo y apunto, cierra las llaves de agua fría y de agua caliente para evitar tener que cerrar el paso general del agua a la casa.
El segundo paso será desmontar el grifo. Comienza con una llave inglesa pequeña para girar las tuercas de los latiguillos que sujetan el grifo a las tomas de la pared. Una vez aflojado, termina de quitarlo con las manos.
De este modo, será mucho más fácil y rápido. Lo siguiente es quitar también el tornillo que sujeta desde abajo al grifo del fregadero, echando mano de un destornillador para sacarlo por la parte de arriba. Ten en cuenta que, es muy posible que en este paso requieras también de la llave de tubo.
Instalar el nuevo grifo de cocina
Finalmente, es el turno de colocar el nuevo grifo. En este caso, lo primero que debes hacer es apretar los nuevos latiguillos a las entradas de agua fría y caliente de la pared, primero con la mano y luego con la llave.
Una vez hecho esto, coloca el grifo desde arriba y, volviendo hacia la parte de abajo, engancha los latiguillos a las entradas de agua del grifo para, posteriormente, apretar el tornillo que sujeta el grifo al fregadero.
Siguiendo obedientemente y paso a paso a todas estas instrucciones, ya tendrás listo e instalado a tu nuevo grifo en la cocina. Eso sí, recuerda volver a abrir las llaves del agua y probarlo. Comprueba que no haya ninguna fuga y todo esté bien apretado.
Tips para mantener en buenas condiciones el grifo
Adicionalmente, te brindamos a continuación algunos tips bastante útiles para mantener de punta en blanco a la grifería de tu cocina para que, cambiarlos no se convierta en algo frecuente.
Lo primero que debes hacer es limpiar el dispositivo rompechorros de la cabeza del caño con agua, vinagre u otros productos de limpieza que no sean abrasivos. En caso de que el grifo se mueva, vuelve a apretar el tornillo que sujeta el grifo al fregadero y listo. A que ha sido fácil, ¿no es así?
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